La honestidad es la cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con sinceridad y coherencia, y de acuerdo con los valores de verdad y justicia. 

La honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con las personas, situaciones y hechos de la vida diaria. La honestidad también implica la relación entre una persona y su entorno, y del sujeto consigo mismo.

Dentro de la palabra honestidad, es posible encontrar diferentes contextos: La honestidad social que comprende todas aquellas acciones en las que se interactúa con alguna parte de la sociedad. Es necesario tomar en cuenta la justicia y verdad en actos cotidianos.  La honestidad académica es la que se da en lugares de enseñanza y aprendizaje como son colegios, institutos, universidades, etc . Aquí la honestidad cumple un rol decisivo en la relación entre los alumnos y docentes. Las dos partes deben actuar honestamente para evitar plagios, copias de las pruebas, etc. La honestidad laboral tiene como objetivo mantener un  orden de justicia que no altere la convivencia entre los individuos, pese a los factores competitivos que influyen en dicha convivencia. Cada integrante debe mantener un carácter honesto con sus compañeros de trabajo y directivos al mando. La relación que se establece con un posible cliente también debe ser de carácter honesto. Por ultimo la honestidad personal que suele ser la más importante y está relacionada directamente con el valor y respeto que se tiene sobre uno mismo. Es importante ser como se es en verdad y no aparentar otra cosa. Seguir los principios propios y forma de pensar es un acto de honestidad personal.

La honestidad debe ser resultado de una elección personal, es una manera de actuar que se adopta libremente porque se considera que es lo mejor. A veces, se trata de una decisión difícil, pues trae consigo una pérdida o un sacrificio, pero he ahí el valor de dicha cualidad.