Reflexión "Mi diálogo con una cucaracha"

Todo en el universo necesita de un equilibrio para existir y ser estable, y se evidencia con frases como "Se necesita tristeza para conocer la felicidad", "Todo exceso es dañino", etc. Como bien menciona Eduardo Marti a modo de analogía en "Mi dialogo con una cucaracha", la naturaleza necesita de dichos animales repugnantes para mantener el equilibro, ya que cumplen un propósito para lograr ser capaces de discernir entre lo bueno y lo malo; lo que me aporta y lo que me perjudica; lo que me llena y lo que me vacía.
Cada ser humano posee tanto fortalezas como debilidades internas y es un proceso propio de la vida no solo identificar dichas características, sino más bien mediante un sin fin de eventos y situaciones, saber cómo afrontarlas, cambiarlas, corregirlas, mejorarlas o enriquecerlas según sea el caso. Por naturaleza nada ni nadie es perfecto, por lo que siempre habrá obstáculos que superar con el fin de mejorar la calidad de ser humano y de vida, pero es importante reconocer que algunas situaciones no serán nada fáciles de afrontar, pero es obligación como ser humano dar la cara y salir delante ante cada dificultad que se presente en las diferentes etapas de la vida. 
Evolucionar viene ligado a la vida, pero siempre debe ser para bien, se trata de adelantar y no de retroceder para así alcanzar la plenitud… de allí la importancia de estas cucarachas u obstáculos que se presentan en la vida de cada persona.