El pensamiento es uno de los principales motores del bienestar personal, dado que el modo en el que se piensa influye directamente en la forma en cómo un individuo se siente y también se refleja en su modo de actuar. Es por ello que se debe siempre intentar hacer interpretaciones positivas de la realidad y las situaciones que se presentan en determinados momentos.

También  es cierto que no es posible sentirse en plenitud todos los días, a veces estamos enfermos, desanimados o estresados por tareas o imprevistos que que se presentan a lo largo del día, pero se debe tomar en cuenta que: el modo en que pensamos puede afectar directamente la visión que tenemos de la vida, por lo tanto determinará nuestro estado emocional, y hasta nuestra salud física.

Un pensamiento adecuado muestra la actitud de una persona ante las limitaciones e imprevistos que se presentan en la vida, una persona que tiene en práctica un pensamiento adecuado sabe centrar su atención en el lado positivo de las cosas. Los pensamientos positivos son reflejo de bienestar, tranquilidad, apoyo, etc, en cambio, el pensamiento negativo está basado en ideas que son dañinas y pesimistas. 

Cualquier momento es oportuno para tener un pensamiento adecuado y positivo pero existen momentos clave que resultan especialmente idóneos. A primera hora de la mañana, por ejemplo se puede comenzar el día expresando mensajes de ánimo para tomarlos en cuenta al momento de tomar desiciones o actuar. Para finalizar, también se puede despedir el día con un pensamiento optimista a modo de gratitud por todas las cosas y momentos buenos y de felicidad que se han vivido a lo largo de ese día.