La confiabilidad es la certeza que permite que cuenten con nosotros y contar con los demás. Ser una persona confiable implica tener armonía con las personas que le rodean, proveerles confiabilidad para que estén cerca y si es necesario poder llegar a ayudarse mutuamente en momentos requeridos.

La confianza es algo que se gana, que se demuestra con hechos, que se lucha todos los días, pero al mismo tiempo es muy fácil de perder; como bien dice el dicho, "Basta una mentira para poner en duda todas las verdades" de ahí que sea un valor tan importante para las personas.

Las personas confiables se caracterizan por ser honestas; es decir no mienten, integras; es decir de una sola cara, cumplidas; es decir cumplen sus promesas, y leales es decir con constantes.

Actualmente, las personas carecen de los valores previamente mencionados, es común ver como alguien  abraza por delante y patea por atrás; la palabra de los individuos tiene cada día menos valor  y la mentira se ha vuelto algo de la vida diaria. Sin embargo, es imprescindible recordar que la ausencia de valores en las personas no justifica la ausencia de ellos en nosotros mismos. Es importante tener en mente que bajo cualquier circunstancia se debe ser una persona de bien. A quien hace el bien, el bien se le regresa.